Esta secuencia más larga de yin, nos permitirá experimentar por más tiempo, distintas posturas de modo que profundizaremos más en la práctica y en nosotras mismas a través de la quietud, el silencio, la conexión con la respiración.
30 minutos para descomprimir, descansar, darte permiso, bajar el ritmo y empezar a experimentar los beneficios de la práctica de yin.