30 minutos de yin yoga para conectar con el cuerpo a través de la quietud, de la respiración, del contacto contigo, lo que estás sintiendo. Un espacio para darle la bienvenida a tu niña interior y permitirle que sea y esté, se exprese o haga lo que sienta. La intención con ésta práctica es la de sostener el espacio, desde la adulta, para ella.
Elige un espacio cómodo y tranquilo en el que puedas estar a solas y sin interrupciones. Ten un bolster, cojines, una manta, uno o dos blocs (o libros en su defecto), una esterilla o manta en la que estirarte y sentirte cómoda antes de comenzar y entregarte a esta propuesta.