(Este artículo y estos otros dos –1 y 2– acompañan el workshop del módulo del Descanso)
DESCANSAR ES UNA ELECCIÓN
DESCANSAR NO ES UN LUJO
RELAJARSE SIGNIFICA SOLTAR EL CONTROL
Es imposible relajarse hasta que soltamos el control.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar lo que los demás piensan de nosotros.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar nuestros pensamientos y emociones.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar el pasado y el futuro.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar el tamaño y la forma de nuestro cuerpo.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar nuestras necesidades y límites.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar cómo reaccionan los demás ante nosotras.
No podemos relajarnos de verdad hasta que no relajemos nuestros intentos de controlar el resultado de cada situación.
¿Y por qué no soltamos el control?
Por miedo.
Por miedo a que sucedan cosas pero…
Cuando relajamos el control, descubrimos que el dolor es seguro.
El fracaso es seguro.
La incertidumbre es segura.
El rechazo es seguro.
No saber es seguro.
Ser vulnerable es seguro.
Tener necesidades es seguro.
Confiar en nuestro cuerpo es seguro.
Ser nosotras mismas, completas, desordenadas e imperfectas es seguro.
Y cuando soltamos, nos damos cuenta de que está bien soltar.
Descansar.
Que no hay razón para sentirse culpable.
Que descansar no tiene nada que ver con ser improductiva.
Que tampoco tiene que ver con la perfección o la responsabilidad.
Ni mucho menos con la perfección.
(texto inspirado en escritos de The Relaxed Woman)