Hace tiempo que me apetece escribir sobre la inspiración y cómo llegar a ella y sentirla fluir. A lo largo de la vida, de las distintas etapas profesionales y personales, vivimos momentos de todo tipo. Épocas en las que te sientes seca y no se te ocurre nada (absolutamente nada) y otras en las que parece brotar de dentro de ti una fuente incesante de agua de la que van saliendo ideas creativas continuamente. Me ha apetecido compartir por aquí cómo me inspiro a diario y qué herramientas o prácticas me ayudan por si os apetece, justamente, sentiros más inspiradas y creativamente más activas.
En los últimos tiempos, durante todo el 2019, me he sentido muy creativa y activa a nivel mental, creando, formándome, transformando ideas en realidades, compartiendo, ofreciendo, inspirándome de otros y deseando también compartir desde mí. De ahí que nacieran los dos ebooks, Cuidarme y Essentia, los distintos talleres que he organizado, que haya empezado proyectos nuevos de escritura sobre los que más adelante os hablaré, que haya escrito en general más que nunca, que tenga libretas con cientos de ideas por desarrollar, a solas y con otras personas… Y supongo que nunca me había parado, hasta este año, a pensar de un modo tan directo, qué estaba alimentando todo ese torbellino de ideas que venían a mí pero al observarlo vi que muchas de esas cosas las llevo haciendo toda la vida y que forman parte de mi manera de ser y vivir. Otras son más nuevas y sin duda ya no se van de mi lado porque son altamente beneficiosas. Dicho esto, aquí os dejo prácticas y herramientas básicas para mí en mi día a día. Si puedo inspiraros compartiéndolas, será un gran placer y si os apetece compartir las vuestras, será un gusto leerlas y ponerlas en práctica para seguir aprendiendo y expandiéndonose.
Silencio y meditación.
Nunca pensé que estas prácticas pudieran ayudarme ya que 1) no me creía capaz en absoluto de sentirme a meditar ni tampoco estar quieta, sin hacer nada y quedarme completamente en silencio y 2) ¿Cómo estar sin hacer nada podía despertar la creatividad o hacer que tuviera ideas? ¿No debe ser al revés? ¿Estimulándonos podemos estar más creativas?
Estaba muy equivocada en ambos puntos.
He cambiado mucho con los años. Buscando estar bien, en equilibrio, viviendo una vida más consciente y slow, tal y como la sentía dentro de mí pero sin poderla llevar a cabo… he llegado a lugares que nunca imaginé y esos lugares incluyen espacios de meditación y silencio en mi vida. Prácticas que cuando las empiezas e insistes con ellas día tras día, te permiten sentir sus efectos y os prometo que es maravilloso dejarse llevar por ambas conectando contigo misma, vaciándote de todo lo externo y caminando más y más hacia adentro para conocerte, verte realmente y dejar que vaya saliendo y desprendiéndose tu esencia y tu luz, algo que acaba permitiendo que todo lo que hay ahí dentro, surja, en forma de ideas, de emociones, de pensamientos…
“Siempre estamos haciendo algo, hablando, leyendo, escuchando la radio, planeando lo próximo. La mente se mantiene todo el día insistentemente ocupada en cosas externas fáciles y poco importantes”
–Brenda Ueland
Es importante hacer pausas en el camino.
Como dice Julia Cameron en su libro “El camino del artista”, nos pasamos el día recibiendo impactos de todo tipo y hay que a veces, detener toda esa actividad, vaciarnos para poder permitir que el “pozo” vuelva a llenarse. Ir al silencio interior para observar y ver. Dejar de sumar, añadir, acumular y permitir que salga, de nuestro interior, hacia afuera.
Recupero aquí el post que escribí sobre Empezar a meditar por si alguien se anima a empezar 🙂
La práctica de yoga.
Del mismo modo que me han brotado muchísimas ideas estando sentada en silencio y meditando, también me siento muy inspirada en mi práctica de yoga. Fluyendo con el movimiento y la respiración, puedo conectar profundamente conmigo misma y me llegan insights sobre los que luego investigo. No siempre han de ser grandes ideas que lleguen a un lugar determinado, a concretizarse en un proyecto o producto “x”. Hay veces que la inspiración es ver claro un asunto sobre el que debía tomar una decisión. Es ver la luz cuando estás ofuscada o no sabes qué hacer.
Más sobre la práctica de yoga aquí.
Escribir.
Escribir sin censura, libre y espontáneamente soltando todo lo que llevamos dentro, dejando ir, expresándonos de un modo natural y fluído, sin tratar de hacerlo bonito o llegar a un determinado lugar. Escribir por el placer de escribir y dejar que las ideas broten y se expresen a través del papel y lápiz.
Rodearme de belleza y cosas inspiradoras.
Elijo rodearme bien, bonito e inspirador-estimulante. Ya sea en los objetos que elijo para mi casa como en el espacio de trabajo, en los viajes, dónde acudo a comer o tomar café, los lugares en los que paso tiempo sea en interiores o al aire libre… Tratando de elegir siempre con conciencia.
La belleza nos inspira, nos estimula, nos ilumina y eso, despierta la creatividad.
Caminar y estar en contacto con la naturaleza.
Caminar en lugar de desplazarnos en moto o coche si se puede elegir para evitar el estrés y ansiedad que los vehículos en ciudad nos despiertan (al menos a mí) y poder también así observar a nuestro alrededor: siempre podemos estarnos cruzando con infinitas cosas bellas y hermosas. A mí por ejemplo me encantan los edificios y me fijo mucho en la arquitectura, también en los interiorismos que se pueden ver de cafés, restaurantes o de estudios que se encuentran a pie de calle.
Y por supuesto salir al campo, a la montaña, acercarse al mar… y disfrutar del contacto con el entorno, estar al aire libre y respirar.
Ver y leer.
Libros, revistas, artículos, TED’s, podcasts, documentales, series, películas.
Ir al cine, por la experiencia completa en sí misma, es de lo más inspirador también, no únicamente ver películas en casa con Netflix o HBO.
Aceptar sin miedo.
“Para vivir una vida creativa debemos perder el miedo a estar equivocados”
–Joseph Chilton Pearce
Esta frase describe perfectamente lo que quiero transmitir en este punto. Ser creativo, crear y proponer, compartir con los demás y con el mundo, requiere de valentía, requiere salir muchas veces de la zona de confort y para hacerlo, debemos dejar el miedo atrás y lanzarnos, aceptando que podemos equivocarnos, cometer errores, que no salga como esperábamos pero… eso forma parte de vivir, de la experiencia y del camino y aprendizaje que se vive en este.
Las personas.
Rodearnos de personas inspiradoras, que sean luz, que tengan ganas, entusiasmo, que estén deseosas de compartir, de dar y recibir, de intercambiar, de crecer al lado de los demás, que sean generosas, con energía, positivas y con ganas, muchas ganas.
Aprovecho para dejar algunos títulos a continuación que pueden ser interesantes para este tema.
El camino del artista de Julia Cameron
El arte de llevar una vida creativa de Frank Berzbach
Meditar día a día de Christophe André
Biografía del Silencio de Pablo d’Ors
Silencio de Thich Nhat Hành
Cada una debe encontrar sus prácticas, rutinas, rituales que le permitan sentirse con inspiración y creatividad. Experimentar, probar, dejarse llevar… y sobre todo, dejarse sorprender.
¿Qué os inspira y despierta vuestra creatividad? Si te apetece, puedes compartirlo a continuación. Muchas gracias y feliz día,
Un abrazo
Anna
Fotografías: Anna Alfaro
Los retratos son de Sandra Rojo