Creo que esto te habrá pasado. Llegan las vacaciones, cada vez están más cerca, y quieres hacerlo TODO. Te vas dejando cositas que surgen en el día a día para hacer durante tus días libres y cuando estos llegan, la lista es inmensa y más que vacaciones, más que tiempo para ti y los tuyos, es como si… tuvieras ahí un nuevo trabajo reservado para esos días lleno de obligaciones, exigencias, to do’s. Siento tú más exigente que nadie, más incluso posiblemente que tu jefe/a o tu cargo y responsabilidad en tu trabajo.
¿Qué nos pedimos? ¿Qué nos “reservamos” para los días de vacaciones?
Por un lado “el viaje”, por supuesto, en el que quieres verlo TODO. En este, te concentras normalmente y enteramente en eso, en descubrir toda la ciudad o país que visites, sin dejarte ningún rincón. Solemos irnos lejos. Existe la falsa creencia de que, cuanto más lejos, mejor, cuando… tenemos maravillas aquí al lado, incluso en muchas ocasiones, mejores que los lugares más lejanos y recónditos. Pero irse a dos pasos, parece que no tiene glamour o no es cool o muchas otras cosas más que corren por nuestras cabezas (prejuicios).
En el otro lado, está todo eso que queremos hacer pero que no nos da tiempo en nuestro día a día. Gestiones varias de tipo más administrativo, hacer cosas en casa que todavía tienes pendientes desde que te mudaste, leerte los 20 libros que tienes en una lista (o ya en la mesita de noche esperándote)…
Llenamos nuestro tiempo con cientos de obligaciones y eso nos lleva a dejar de lado lo verdaderamente importante: cuidar de ti.
Estar ocupado es una excusa para no priorizarse, para no tomarse en cuenta, para no CUIDARSE. Sí, una excusa porque 10-15-20 minutos diarios, los tenemos todos y varios días por semana, podemos (¡claro que podemos!) darnos (aunque no es darnos porque eso nos pertenece directamente) una o dos horas, idealmente… cuanto más tiempo mejor.
¿Cómo lo hacemos?
EMPEZANDO.
COMPROMETIÉNDONOS.
DEJANDO ESPACIO.
PRIORIZANDO.
Algunas recomendaciones:
- Ponte en tu agenda. Sí, ponte en ella como pones tantas otras cosas y reserva para ti ese tiempo diario. Empieza por un poquito (10-15 minutos) y luego ves reservándote más tiempo.
- Mantente activo/a con la práctica que desees para ti. Yo elijo yoga y caminar todo cuanto puedo pero puede ser pilates, salir a correr, ir al gimnasio…
- Tener contacto con la naturaleza.
- Practica journaling para dialogar contigo, agradecer, escribir afirmaciones para atraer todo eso a tu vida…
- Hidratarte y comer bien
- Cultivar tus relaciones
- (…)
Este puede ser un momento perfecto para detenerte (pero detenerte realmente) y desde esa quietud y ese silencio, priorizarte y reservarte esos momentos para ti aprovechando para pensar en hábitos que quieres realmente tener en tu vida para sentirte maravillosamente bien.
Puedes preguntarte este tipo de cosas:
- ¿Qué hábitos quiero incorporar en mi día a día?
- ¿En qué áreas de mi vida quiero trabajar para sentirme mejor?
- ¿Cómo quiero verme a final de año, cómo quiero sentirte para entonces?
- ¿Qué debería hacer para poder llegar a ese lugar al que me refiero en la pregunta anterior?
- ¿Qué debo dejar atrás para dar todos esos pasos? Puedes pensar en que puedes dejar hoy, esta semana, este mes… para que mañana, la próxima semana o el mes que viene, pueda llegar lo nuevo. Márcate timings pero realistas, sin presión, sin agobio, sin prisas.
Fotografías: Sandra Rojo
Septiembre (y mañana mismo) puede ser perfecto para empezar 🙂
Recuerda, sentirte ocupada/o no es más que una excusa para no cuidarte. Deja espacio para ti.