Nunca me ha afectado lo de cumplir años. Creo que siempre me he sentido más joven de lo que era y a pesar del paso de los años, siempre he seguido sintiéndome joven…
Tuve cierta crisis a los 30, he de admitirlo. La verdad es que creía que estaría en otro lugar y en otras circunstancias para cuando llegara a esa edad y de hecho, mi realidad de aquel momento, se alejaba totalmente de aquella idea pero pude reírme de mis ideales y expectativas, terriblemente marcados por cosas que no eran ni mías, más bien de la sociedad y que las llevamos a cuestas tantas personas… Pero los años han corrido desde los 30. Creo que cuanto mayor te haces, más deprisa pasa el tiempo y a mí, la verdad es que últimamente la vida me parece que más que ir hacia adelante, corre, corre a toda velocidad.
No sé si es la intensidad de los últimos tiempos, que para bien y para mal, pueda hacer correr los días, meses y años… O que la edad tiene también esto, además de otras muchas cosas (buenas, sí) pero si vuelvo a lo que empezaba diciendo, he de admitir que en el último año han pasado muchas, muchas cosas y aunque en determinados momentos ha sido duro, abrazo los cambios, incluso los que más puedan tambalearnos a veces y admito que de ellos, he aprendido y sigo aprendiendo a diario.
En este tiempo he vivido muchos viajes y han sido realmente increíbles. He conocido nuevos lugares (Japón y Bali), enamorándome de ellos; he vuelto a visitar otros rincones de Europa que me encantan (Berlín y Estocolmo), he escrito más que nunca, he leído aún más si cabe, he fotografiado todo lo que he podido, he descubierto rincones bellos, he vivido crisis importantes que me han puesto patas arriba pero que al mismo tiempo han sacado de mí lo mejor y que me han llevado a buscar la manera de salir de ellas, mejorar y sentirme bien, volviendo a ser yo mismo, la de siempre. Han llegado nuevas personas a mi vida, otras se han ido, estoy volviendo a estudiar, estoy conociendo muchas nuevas disciplinas profesionales que me encantan y en las que estoy profundizando…. he lanzado un ebook muy especial para mí, sigo reinventándome a diario y encontrando mi verdadero camino y lugar (sobre todo en los últimos meses a nivel profesional) y estoy nuevamente inmersa en la creación de nuevos proyectos e ideas que espero traer por aquí después de verano.
Y es que la vida cambia, lo hace constantemente, de la noche a la mañana o de ahora a dentro de cinco minutos pero… con esto no quiero ponerme dramática. Es simplemente una realidad. Mi vida ha cambiado en muchas ocasiones en dos segundos y trastocándola radicalmente pero… somos quienes somos gracias a todo lo que nos sucede en nuestra vida y por golpes más duros que nos caigan… eso hace que seamos nosotras/nosotros. Lo importante es seguir, avanzar, levantarse, buscar soluciones si las pueden haber o afrontar lo mejor posible las circunstancias, sonreír, procesar, compartir, querer, amar, besar, bailar, aprender, superarse, descubrir, saltar, viajar, apreciar lo bueno de la vida, brillar… Y tantas otras cosas más. Y también lo importante es prestar atención y ser consciente de todo eso que sucede. No dejar que pase sin saborear o asimilar. Sin detenernos a sentirlo, aunque pueda ser doloroso. No huir o correr todavía más deprisa cuando algo duele. Porque todo aquello de lo que huimos, termina regresando de un modo u otro a nuestras vidas, por más que lo tapemos y neguemos eso está ahí y hay que afrontarlo, procesarlo, vivirlo, sentirlo, asimilarlo…
Dicho todo lo anterior, celebro todo eso vivido y lo que vendrá en mi próximo año que si lo marco por fecha de cumpleaños, está a punto de comenzar porque en 24 horas, cambio de número, aquí otra Géminis, que por lo que parece, ¡somos unos cuantos/as!
Fotografías: Anna Alfaro, 2018 -2019