Con Anna nos conocimos hace algunos años. Diría que hace bastantes si me paro a hacer números. Coincidimos en un evento foodie, conversamos y a partir de ese momento, empezamos a quedar, estar en contacto y saber la una de la otra. Han pasado muchas cosas, en la vida de una y de otra, tanto a nivel profesional como a nivel personal y es bonito seguir sabiéndolo, a pesar de estar algo más lejos desde que Anna se fue a vivir a Madrid . Tan bonitas son ciertas cosas que esa distancia ha permitido que estando en Madrid, Anna pudiera crear este “Historias de Madrid” del que he podido disfrutar, página a página, descubriendo, gracias al encanto y a la belleza que sabe ver y compartir con cada palabra y cada imagen.
He querido hablar con ella, a pesar de conocerla pero para acercaroosla mejor, he pensado que, ¡mucho mejor hacerlo a través de sus propias palabras! Aquí la tenéis.
¿Quién es Drimvic, quién es Anna Codorníu?
Uf, creo que estas son preguntas que todavía estoy intentando averiguar… Drimvic empezó como mi blog, una ventana bonita al mundo en un momento personal un poco turbulento. A medida que he ido cambiando, el blog ha evolucionado conmigo y a día de hoy es mi espacio personal de reflexión e inspiración en el que comparto pensamientos, proyectos y personas que me inspiran, cosas que me conmueven y que me llevan a vivir una vida más consciente y acorde a mí misma. Con la publicación de Historias de Madrid drimvic ha dejado de ser exclusivamente un blog; mi intención es que sea el paraguas que reúna mis diferentes pasiones y facetas profesionales: publicaciones en papel, fotografía, eventos, dirección artística y comunicación para otras marcas en consonancia conmigo, y lo que vaya surgiendo, sin dejar de lado el blog, que para mí es la esencia.
Y Anna Codorníu pues… soy yo, una persona sensible (con todo lo que esto conlleva, bueno y no tan bueno), perseverante y soñadora, que hace unos años se dio cuenta de que estaba totalmente enajenada de si misma y empezó, sin ser muy consciente de ello, un camino de reencuentro que la llevó a dejar su trabajo en una ONG y a redescubrir la escritura, la fotografía y su curiosidad por las historias de los demás, entre muchas otras cosas.
La verdad es que siento que los últimos años han sido de muchas sacudidas y mucha transformación y todavía estoy situándome, redescubriéndome, pero a día de hoy puedo decirte que necesito entregarme en cuerpo y alma en lo que hago, creer en los proyectos, hacer las cosas con mucho mimo y tomarme mi tiempo; no soy nada buena (ni partidaria) del multitasking, creo que debemos estar centrados solo en una cosa en cada momento y disfrutarla; soy muy introvertida y necesito mucho mi espacio personal, espacios para estar sola, para pensar, para recargarme, aunque los encuentros tú a tú los disfruto muchísimo. Pienso que es muy importante escucharse y respetarse, ser coherente con una misma y la verdad es que ya no sé hacerlo de otra forma, cuando algo no va conmigo, no va conmigo y no me sale disimularlo. Creo que es muy importante, también, ser respetuosos con todo lo que nos rodea, personas y planeta, cuidarlo, algo que procuro en mi día a día. La verdad es que soy alguien que intenta vivir lo más acorde posible a sí misma, a sus valores y creencias, con mucho trabajo por delante y mucho por mejorar.
Un día en la vida de Anna Codorníu sería…
Últimamente, muy ajetreado! El lanzamiento de Historias de Madrid ha puesto patas arriba mi rutina y últimamente mis días están llenos de tareas que no había tenido que hacer nunca (nota de prensa, catálogo de producto, organizar “fiestas” de presentación, preparar pedidos y hacer envíos…). Me levanto pronto, entre 6,30h y 7,30h, y una hora más tarde, después de una ducha y de un rato de meditación, estoy sentada en el ordenador con una taza de té. Trabajo hasta las 10h/10,30h y hago pausa para desayunar, momento en el que aprovecho para leer los blogs que me gustan. Continúo trabajando hasta las 14h y, si no hay nada raro, 3 o 4 días a la semana voy a nadar un rato a la piscina, que es mi espacio de desconexión física y mental. A la vuelta de natación como y sigo trabajando en el ordenador hasta las 20,30h aproximadamente. En algún momento de la semana siempre hago un hueco para tomar un café con una amiga o comer con alguien, son ratitos de desconexión que me ayudan a recargar.
¿Qué te ha dado Madrid, qué has encontrado en la ciudad?
Creo que en muchos sentidos me he encontrado a mi misma. Llevaba 2 o 3 años bastante inmersa en un proceso de trabajo personal a raíz de una enfermedad y yo creo que Madrid ha servido para acabar de asentar muchas de las cosas aprendidas durante este tiempo. A veces pasa, ¿no? Cuando rompes con tus rutinas, te alejas de tu entorno más cercano y, en cierta manera, empiezas de nuevo, es como que te redescubres y Madrid me ha servido sobre todo para esto, para ver más claramente cómo soy, qué va conmigo y qué no, qué me gusta, cómo quiero que sea mi vida. Creo que es un proceso y que todavía hay muchas cosas por pulir pero Madrid ha sido en este sentido, sin duda, un gran punto de inflexión.
Otra de las grandes cosas que me ha dado, y por las que me siento muy agradecida, es la gente que he conocido. Me he encontrado con personas súper bonitas, con unos valores que me encantan y a las que admiro mucho y tengo la suerte de que varias de ellas se hayan convertido en amigas. Creo que es una grandísima suerte poder encontrar personas así cuando llegas a una ciudad por primera vez y no conoces a nadie.
¿Cómo surge Historias de Madrid?
Historias de Madrid surge de un proceso largo. Después de bastante tiempo perdida y sin saber qué me apasionaba (soy trabajadora social de formación y en 2013 dejé mi trabajo en una ONG porque veía que no podía seguir haciendo ese trabajo), me reencontré con la escritura, algo que me apasionaba desde muy pequeña, y con la fotografía. En estos 2 o 3 años de trabajo personal que comentaba, fui reconectando conmigo y redescubriendo lo que me conmovía: escribir, la fotografía, las historias personales de las personas, el cuidado por los detalles, unos ciertos valores… pero era incapaz de ponerlos juntos y darles una forma tangible. En una conversación con mi madre en enero de 2016 sobre esto justamente, sobre mi dificultad para poder dar forma a lo que me movía, surgió de la forma más natural posible, como si hubiera estado allí siempre, el poder contar las historias personales (que a mí me parecen sumamente inspiradoras) de algunos de los proyectos que había ido conociendo en el año que llevaba en la ciudad y que tenían unos valores con los que me identificaba totalmente. Acompañaría esas historias de fotografías que haría yo misma de las personas y de sus espacios, y de las direcciones para visitarlos. Para mí fue un momento muy bonito e importante porque supuso poder juntar todo aquello que me apasionaba en un mismo concepto.
¿Cómo elegiste cada uno de esos lugares y cómo fue tu aproximación a ellos, el acercamiento?
El cómo se ha hecho la selección de los lugares me gusta mucho porque ha sido un proceso en el que han contribuido muchas personas. Algunos de los lugares los había ido descubriendo en ese primer año que llevaba en la ciudad (Il Tavolo Verde, Toma Café, Zubi Design, Meet, El Huerto de Lucas, Mamá Campo…) simplemente paseando, probando cafeterías, entrando en tiendas, etc. Para otros fueron algunas amigas las que me decían “tienes que ir a tal sitio y conocer a la dueña porque estoy segura de que te encantará y que querrás ponerla en tu libro” (Oficio Studio, Panifiesto, Mamá Elba…). Y en otras ocasiones fueron los mismos proyectos que iba entrevistando los que me iban recomendando a otros proyectos; por ejemplo, Elena, de Planthae, me recomendó a Candela, de Bureau Mad, que, a su vez, me recomendó a Juan, de Motteau…
Al final para mí era importante que fueran proyectos personales, comercios que tuvieran mucho de la persona que los había creado, proyectos que hubieran salido de una pasión, de las ganas de aportar, de hacer algo diferente; y proyectos cuyos valores fueran de sostenibilidad, artesanía, hacer las cosas con mucho cariño, respetar el tiempo de los procesos, de un consumo más consciente y responsable, de pausa, etc.
¿Habrá un segundo, tercero…? ¿Y en Barcelona u otras ciudades?
La verdad es que me encantaría. He disfrutado muchísimo con todo el proceso de elaboración de la publicación, desde la selección de los lugares, las entrevistas y redactar después las historias, poder fotografiar los espacios, pensar el diseño y maquetación del libro… Me ha encantado todo así que espero que sí puedan haber más publicaciones sobre otras ciudades.
Es cierto que para mí es importante conocer un poco el terreno y estar en él, no creo que el libro hubiera podido hacerlo nada más llegar a Madrid, es como que necesitas de un tiempo hasta que “entiendes” en cierto modo el lenguaje de la ciudad, sus comercios, la cultura…
Me gustaría seguir la línea de publicaciones en papel y, quizás, poder abrir el abanico y que no se trate únicamente de publicaciones sobre un lugar concreto, si no sobre una temática y ahondar en ella a partir de diferentes puntos de vista. La verdad es que no he podido pensarlo mucho todavía pero sí es algo que me apetece hacer.
¿Blogs, fotógrafos de referencia?
Blogs, ¡muchos! De los internacionales me gustan mucho A Cup of Jo por la diversidad de temáticas que trata y la frescura y espontaneidad que respira; Garance Doré, por lo cuidado que está todo y por los artículos de inspiración, las entrevistas que hacen; y el de Jessica Comingore, elysian edit. Luego está el de Marta Vargas que actualiza poquito pero adoro sus fotografías y los textos breves que suelen acompañarlas. Y, de los nacionales, el tuyo es uno que no me pierdo 🙂 y también me gustan el de na sua lua, por los proyectos bonitos que siempre descubre, y el de Kireei, del que me quedo, sobre todo, con sus posts de reflexión de domingo.
A nivel de fotografía, Sanda Vuckovic me encanta; me encanta su estilo minimalista, las paletas de colores que utiliza y la serenidad que me transmiten todas sus fotos (su blog es una delicia visual). De estilos parecidos, me gustan mucho Renée Kemps, Luisa Brimble y Aurelie Lecuyer. También Nicole Franzen, Lucy Rose Laucht y Aran Goyoaga. Marta Vargas, como comentaba un poquito más arriba y, en un estilo que no tiene nada que ver porque es más “oscuro” y natural, están Mónica Bedmar y Tina Sosna; las fotografías de ambas me transmiten muchísimo, creo que son pura sensibilidad.
¿Qué te inspira?
¡Muchas cosas! Yo creo que la naturaleza y, sobre todo el mar me inspiran mucho en el sentido que me proporcionan un estado de calma y paz, como que acallan todo el ruido que hay en mi cabeza y me permiten entrar en “otro estado”: ver cosas más pequeñas, apreciarlas… la naturaleza es muy importante para mí.
Y yo creo que en función del momento personal en el que estés, unas cosas te inspiran más o las necesitas más que otras. Por ejemplo, para mí ha sido súper inspirador escuchar todas las historias de las personas que salen en el libro. Eran ejemplos de personas que tenían una idea y que, con esfuerzo y mucho trabajo, la han sacado adelante. En un momento en el que yo me sentía medio perdida y con muchas dudas y miedos estas historias han sido pura inspiración y un motor de energía impresionante para llevar a cabo la publicación; es como que era lo que necesitaba en este momento para poder hacer yo mi propio proyecto.
¿Alguna cosa más que nos quieras contar?
Res, que moltes gràcies per l’entrevista i per fer-me un espai al teu blog 🙂
(Dejo su última frase en catalán porque me parece preciosa así dicha y además es como si oyera a Anna decírmela. Creo que se entiende bien pero dice en ella que “me agradece la entrevista y hacerle un espacio en mi blog”).
Ha sido un placer tenerla a ella y tener su libro entre mis manos, en la mesita de noche, sobre el sofá, en la cama y en mis trayectos por Barcelona. ¡Os recomiendo sinceramente haceros con su Historias de Madrid!
Fotografias: Beatriz Janer
(esta última es mía)