Fotografía: Anna Alfaro
Empiezo este post el mismo día que acudo a la presentación del nuevo libro de Elka, su bonito “Ama, come, vive, brilla“, un precioso recopilatorio de recetas preciosas y saludables, ricas, deliciosas, llenas de amor y que no sólo orientan sobre como cocinar sino que se trata de todo un compendio de bonitos mensajes sobre alimentación, estilo de vida y mucho amor. Porque Elka es eso, amor puro… Por eso es tan importante para mí tener este rato para hablaros de ella y escribir este “Conociendo a Elka Mocker“.
La admiraba desde hacía tiempo siguiéndola a través de su blog y redes sociales hasta que un día acudí a uno de sus talleres y me removió, me emocionó muchísimo y me animé a cocinar sus platos en casa. A menudo no empezamos según qué cosas por pereza, incluso lo más sencillo. Esos talleres me metieron de lleno en la alimentación saludable a la que estaba intentando acceder a mi manera pero hay tantos inputs a nuestro alrededor que te pierdes, lo haces mal, ¡no sabes ni por donde empezar! Hasta que algo te centra y te sitúa. Ella me ayudó muchísimo, me ayudó a adentrarme en un nuevo mundo y aprendí a cuidarme y amar la comida. Me encontré a mi misma en cuanto a alimentación. No se trata de una cuestión de dietas, se trata de un estilo de vida, algo que sientes o no, algo que una vez inicias, si te sientes identificado con ello, es maravilloso, te hace feliz, te llena… Y yo me encontré en esta forma de alimentarse. Yo que tan mala relación había tenido precisamente con este tema, ya os hablaba de ello tiempo atrás en este post de Anna y la comida.
Su taller, su manera de explicar, su sensibilidad… se transmite, se palpa, se siente y yo salí enamorada de su cocinar y de su manera de vivirlo y transmitirlo. Repetí la experiencia de sus talleres y poco a poco fui poniendo en práctica cada vez más recetas que de hecho, a día de hoy están muy integradas en mi día a día (¡la crema de remolacha y aguacate por ejemplo me encanta!).
En el libro de Elka y en su blog, en conversaciones que he tenido con ella…. explica su camino hasta llegar donde hoy se encuentra. De donde viene y cuál ha sido su viaje hasta este momento. El porqué de toda la exploración que llevó a cabo para sentirse bien, cuidarse, quererse, amarse… Algo que todos debemos hacer pero que no nos permitimos muchas veces.
La semana pasada, en la presentación de su libro a la que acudí feliz y encantada, se me removieron muchas cosas. Me suele pasar, hay personas que te tocan especialmente y todo se alborota… El martes pasado fue uno de esos días, de esos momentos… Se me humedecieron los ojos durante aquel rato en la Librería Bernat y al llegar a casa, no pude parar de escribir, sobre la presentación, sobre ella, sobre cosas varias que me vinieron a la mente… Realmente la presentación fue muy emotiva. Fue precioso ver a tanta gente allí reunida compartiendo con ella ese gran momento… Y como el editor de su libro de la editorial Lunwerg decía, lo que ha hecho Elka con este libro “es un ejercicio de sensibilidad”, sin duda. Un libro para vivirlo, amarlo y abrazarlo. Para cuidarte a diario, para acompañarte en la locura de la vida de la forma más bonita.
En su libro hay recetas, por supuesto pero es una filosofía del buen comer, una cuestión de salud, de bienestar, de querernos y de querer a los demás porque con ellos queremos compartir. Compartir la comida, el menaje, los ingredientes, el momento… y ser felices. Un libro en el que se aprecia su amor, pasión y dedicación promoviendo un cambio hacia una alimentación con más vegetales pero siempre desde la flexibilidad, sin restricciones, con conciencia, escogiendo bien los alimentos y adaptándolos a las necesidades de cada uno. Pone énfasis en los vegetales frescos, sin cocción y alimentos vivos (germinados, fermentados, activados, frutas, verduras y hojas), algas, cereales sin gluten, legumbres y azúcares sin refinar. ¡Una auténtica declaración de intenciones que lleva a enamorarse del verde!
Fotografías: Elka Mocker
Mientras escribo suena Be Changed – Live in Chicago de William Fitzsimmons