Hay personas que cuando las miras, sientes que su belleza, la que desprenden de forma natural, te atrapa y te quedarías horas mirándolas… Son bellezas naturales, que sin maquillaje, sin capas, del modo más simple, sencillo y natural, están sencillamente preciosas. Son esas chicas bonitas de cara lavada. Chicas que te cruzas en la calle, en el metro, en clase de yoga, amigas tuyas que te acompañan en tu día a día… Y de ellas y sus hábitos de belleza, hablo en este post. He querido que tres de estas personas tan hermosas (por fuera y por dentro), compartieran aquí sus rituales y nos dieran algunas ideas. ¿Quizá podamos hacernos con algunos de ellos y utilizarlos en nuestro día a día? ¡Veamos! Tras sus narraciones también os contaré los míos y ¡estaré más que encantada si alguien se lanza a dejarnos los suyos también!
Anna tiene 30 años y es diseñadora de moda en eseOese. Una de sus grandes pasiones es el yoga. Cursó la formación de profesores de yoga para poder profundizar más en la práctica y estar más presente, más conectada. “Al final todos buscamos eso.. Parar, respirar y enfocar”, me contaba… “Ha significado un cambio brutal en mi vida y un largo camino en el que seguiré indagando y aprendiendo. Es sin duda fascinante”, seguía.
¡Viajar, me apasiona! Siempre intento hacer un gran viaje en verano y algunas escapadas de fin de semana para desconectar del bullicio y estrés de la ciudad. Y si son a la montaña, ¡mejor que mejor! El verde me puede.
Pasear y pasear, ir a mercados, comprar flores, descubrir nuevos lugares en al ciudad, ir al cine, cocinar, leer… en definitiva, pequeños momentos o rituales de mi día a día que me hacen feliz.
Sigue una dieta 95% vegetariana y el 5% restante puede ser pescado; compra y consume productos ecológicos y de temporada.
Sobre sus rutinas…
Al levantarme, lo primero que hago es el raspado lingual para eliminar todas las toxinas y bacterias de la lengua.. Seguidamente me tomo un gran vaso de agua templada con limón y me voy directa a la ducha.
En la ducha utilizo shampoos y mascarillas para el pelo ecológicos, los compro en Alone, una peluquería ecológica en calle Encarnació. Antonella, mi peluquera, me va recomendando un producto u otro, según cómo tenga el pelo o según la estación, los compro a granel. Si no habéis ido, os lo recomiendo, ¡Antonella es muy maja!
Para mi limpieza facial, hace muchos años que soy fiel a la marca Dr. Haushka. Me costó mucho tiempo encontrar una marca que me funcionara bien con mi tipo de piel y estuve mucho tiempo cambiando de una marca a otra sin rumbo alguno y gastándome mucho dinero en marcas muy buenas pero que no me funcionaban. Fue probar la cosmética natural y ya no hubo marcha atrás. Creo que la piel, al igual que con la alimentación, es importante cuidarla con productos lo más puros y limpios posibles, libres de tóxicos y parabenos, al igual que con el menor impacto medioambiental posible.
Para la limpieza facial voy combinando la crema limpiadora facial o la leche limpiadora, según la estación. En invierno me centro en la leche ya que mi piel está más seca. Después me aplico el tónico facial especial, me encanta su olor y la sensación de frescura que me deja en el rostro y cuello, y finalmente me aplico la crema hidratante de melisa que regula mi piel mixta, atenúa el brillo y me hidrata mucho.
Una vez a la semana, generalmente el domingo, me exfolio el rostro con el gel exfoliante “Grains de lumière” de la marca Cattier, también cosmética natural, y me aplico la mascarilla de Haushka purificante.
Durante el día me aplico crema de manos de la marca L’Occitane y el bálsamo labial “lip service” (que ha sido el mejor que he probado) de Lush.
Por la noche sigo el mismo ritual que por la mañana pero no me aplico la crema hidratante (así la piel respira durante el descanso) y termino aplicándome el contorno de ojos y mi gran vicio, la crema labial, huele de maravilla y me hidrata muchísimo.
Una vez a la semana me cepillo todo el cuerpo con guante de crin. Desde la planta de los pies hasta el cuello, activando la circulación y eliminando toxinas y piel muerta. Me da muchísima energía y la piel me queda suave y tersa. Realmente lo tendría que hacer más a menudo…
Realmente todas hemos pasado por épocas en que la piel no la tenemos al 100%, ya sea por nuestro ritmo de vida, el estrés en el trabajo, polución, falta de sueño… Pero intento mantenerla “sana” bebiendo mucha agua, infusiones y verduras. Siguiendo una alimentación saludable, descansar mis 7-8 h diarias, meditar y practicar yoga. Este sería mi fórmula aunque el mejor remedio para todo, ¡son siempre las vacaciones!
Laura tiene 30 años, es de origen suizo y está inmersa en el mundo del diseño especializado en producto.
Le encanta mirar libros en las librerías y en casa, ver películas (sobre todo en verano al aire libre), nadar en el mar, pasar un día fuera en la naturaleza (sea mar o montaña), adora las buenas conversaciones que perduran en el recuerdo, es una gran apasionada de la música, le encanta ir a ver danza contemporánea y disfruta trabajando en el taller experimentando con los materiales, trabajando de una forma más intuitiva.
Practica yoga y sale mucho a caminar por la montaña. Su alimentación se centra sobre todo en la verdura y fruta. Disfruta de una buena sopa miso por la noche, con un poco de arroz, jengibre y verduras. “Me encantan las alcachofas al vapor con un poco de sal y aceite. También como carne y pescado, pero muy ocasionalmente. En Barcelona tenemos la suerte de poder comprar la comida fresca del mercado y hay una oferta de comida ecológica increíble. ¡Es algo que me encanta de esta ciudad! Y a pesar de alimentarme así de sano, me concedo mis caprichos. Después de comer necesito algo dulce y siempre tengo chocolate oscuro sin azúcar en la nevera”, me explica Laura.
Sus rituales…
Este sería un poco mi ritmo diario…
Empiezo bebiendo agua caliente con medio limón ecológico exprimido. A parte de vitamina C tiene muchosbeneficios como reducir la acidez en el cuerpo etc. Si tengo tiempo hago 10 minutes de Pranayamas, me lavo la cara con gel “nettoyant rééquilibrant” de nuez y aloe-vera de la marca ecológica Cattier, que también utilizo para limpiarme y desmaquillarme la cara por la noche. Sigo con una loción micelar de la marca Avène y me aplico una crema facial también de Avène, para pieles sensibles.
Cada mañana me aplico una ducha “Kneipp” que va bien para la circulación y el sistema inmunológico. Se trata de una ducha de todo el cuerpo alternando el agua fría con la caliente, empezando por los pies, las piernas, los brazos y el resto del cuerpo. Termino con agua templada/caliente. Para el cabello utilizo un champú de Klorane con extracto de quinina. También tienen un bálsamo acondicionador que está muy bien. Para el cuerpo utilizo una crema hidratante de la farmacia, sin perfume, sin ningún aditivo. Y tras esto, ¡me dispongo a desayunar!
Me tomo una naranja y una mezcla tipo “Müsli” que me enseño una mujer en Nueva York. Ella lo llama Musch Musch. Consiste en rallar una manzana, jengibre, semillas de todo tipo (yo suelo poner semillas de lino y chia), ralladura de coco, un dátil, una cuchara de aceite de lino “cold pressed” y un poco de limón exprimido. Se puede añadir un poco de yogurt pero no es necesario. Si es temporada también sabe muy bien con caqui en vez de manzana rallada. Esto lo suelo acompañar de un café con leche o un té verde.
Durante el día para las manos utilizo la “Crème Jeunesse des Mains” de la marca Clarins y para los labios el bálsamo “Everon” de la marca Weleda.
Por la noche, y tras mi último viaje a Berlín y conocer a una mujer maravillosa de Japón que se llama Ryoko Hori que tiene una tienda con productos naturales (¡pronto tendrán shop online!), me aplico un aceite que se llama “Stillness” de su serie “natural botanical essences”. Es un aceite aromático que se consigue de un ciprés japonés. Se aplica detrás de la oreja o en la sien. Calma mucho. Me gusta aplicarlo antes de dormir o cuando me siento nerviosa. También tienen otros tipos que regulan los hormonas, activan etc.
Para limpiarme la cara, sigo el mismo ritual de la mañana. ¡Estoy muy contenta con los productos de Avène! Otras cosas que suelo hacer para cuidarme… Es tomar muchas infusiones durante el día. Intento no usar el ordenador por la noche y desde hace un tiempo que estoy tratando de leer y cada noche, leo unas cuantas páginas antes de dormir, ¡ni que sea!
También me preparo baños de vapor (1-2 veces por semana). Son muy fáciles de preparar. Los hago con manzanilla o salvia y tan sólo hay que calentar agua y dejar las hierbas frescas como si hicieras una infusión en un cuenco. Pones la cara encima del cuenco para que el vapor pueda acceder la cara, situas la cabeza bajo una toalla para no perder la temperatura y aguanto entre 10-15 minutos. Limpia la cara profundamente, limpia las vías respiratorias y te relaja mucho.
Utilizo el “Dead Sea Salt Scrub” de Ahava que se puede aplicar con poca agua sobre todo el cuerpo y yo lo uso sobre todo en los pies y las manos haciendo un masaje. Ayuda a eliminar piel seca, además es bueno para la circulación y nutre la piel con minerales. La “Masque Purifiant” es una máscara de arcilla blanca, salvia & zinc que me aplico en la cara y dejo durante 10 minutos. Después me limpio la cara con agua. ¡Me encanta el efecto que hace a la piel, como la piel de un recién nacido!
Y finalmente, siempre antes de dormir me tomo una infusión que mezclo (o tomo pura) con manzanilla, verbena, tomillo, salvia y un poco de miel.
Idoia tiene 30 años, le encanta la naturaleza, viajar, estar al lado de las personas a las que quiere y conocerse, algo que trabaja a través de la psicología y técnicas como la meditación y la observación. Practica yoga y la búsqueda del equilibrio podría decirse que es una de las cosas que más la define. En su estilo de vida busca también el equilibrio entre la diversión y alegría de cuando está con los suyos, alocándose, como ella misma dice, y la paz y calma de sus momentos de soledad y/o en contacto con la naturaleza. Es freelance en comunicación para marcas, siempre ha comido saludable, eco y en general su estilo de vida se basa en valores como la sostenibilidad, el cuidado del medio ambiente y en elegir opciones ecológicas siempre que es posible.
Sus rituales:
Por la mañana (tras hacer mis estiramientos de yoga y unos minutos de meditación), me cepillo el pelo con un peine de madera que me encanta de la marca ecológica TEK (masajea y relaja), entro en la ducha, donde uso una pastilla de jabón natural de aloe vera para el cuerpo y la cara, y una vez por semana una pastilla de jabón natural de árbol del té. Para el cabello uso el champú de la marca SANTE de Ginko y Oliva (¡me encanta como huele!). Una vez por semana o cada quince días, me hago también mi mascarilla de exfoliación, que me preparo yo en casa con azukis bio triturados y después un trocito de piel de papaya ecológica; también una vez al mes una de arcilla verde orgánica que me preparo yo también.
Mensualmente (y con más asiduidad cuando llega el buen tiempo), antes de entrar en la ducha me paso por todo el cuerpo un cepillo de cedras japonés que compro en Muji o similar para exfoliar toda la piel del cuerpo.
El pelo me lo lavo todos los día con agua y desde hace seis meses sólo dos días a la semana con jabón, según me recomendó mi peluquero Fernando Torrent para tener el cabello más fuerte y sano. ¡La verdad es que estoy notando la diferencia!
Cuando salgo de la ducha, me hidrato la piel del cuerpo con aceite de rosa mosqueta (¡no sé si me gusta más su color rosado o el olor!) y en el rostro utilizo como base el aceite de coco (sobre todo en los labios) y para el resto del rostro la crema de Regenerating Neroli de la nueva marca de Barcelona Rassa Botanicals, que es una simple delicia por su textura y su olor, es como cubrir tu rostro con auténticas flores de neroli. La creadora de la marca, Sandra Dualde, cree además en la integración de cuerpo y alma y a cada crema le añade un beneficio espiritual, que en el caso de la mía es de limpieza de chacras y miedos. ¡La adoro!
Durante el día no me separo de mi potecito de aceite de coco ecológico, que aunque en invierno se vuelve duro por el frío y en verano súper líquido, lo uso para todo. Principalmente para hidratarme los labios, pero también las manos y para el pelo si tengo alguna punta muy abierta o incluso como perfume. ¡Lo adoro!
Por la noche, para desmaquillarme suelo usar (para los días que me pongo rimel), aceite de oliva virgen extra con algodones ecológicos y si me he puesto algo más de maquillaje uso también la Biphasic HydraLotion de argán y geranio, que me encanta también por su textura y olor y por el equilibrio que lleva adscrito. ¡Me he vuelto súper fan de Rassa!
Ahora me hubiera encantado seguir hablando de mis rituales pero creo que por hoy basta con los de ellas, estas chicas bonitas de cara lavada. Creo que tenéis ya muchos inputs y desde luego quiero que los leáis porque son realmente interesantes así que no me alargaré más poniendo aquí los míos. ¡Los dejo para otro día!