Alimentamos nuestro cuerpo, alimentamos nuestra mente, alimentamos nuestra piel. Esa podría ser una frase de Elisenda, algo que comparto 100% con ella y es que… somos lo que comemos pero… no sólo nos alimentamos por la boca, sin duda. Elisenda Monte Perlas es la responsable de dar vida a esta maravillosa marca de belleza ecológica y natural, la persona que ha motivado este post: “Conociendo a Mamita Botanical“.
Antes de tener el gusto de conocerla en persona y conversar con ella, había visto a Mamita en varios markets de Barcelona y cada vez que me había cruzado con ella, había deseado comprar todos sus productos. La presentación es impecable, sencilla pero preciosa. Los olores y el tacto en la piel de sus cremas una vez aplicado, es delicioso y según sé de Eli y de amigas que consumen la marca, el resultado es fantástico. Sin duda, algo en lo que invertir en los próximos meses pero… ¿qué la hace especial y tan interesante? Veamos quien es Elisenda y su línea de productos Mamita Botanical Skincare.
Elisenda estudió diseño gráfico aunque siempre supo que lo que quería hacer realmente era algo relacionado con la cosmética natural aunque no sabía bien bien cómo de modo que en un principio, se tomó esta pasión más como un hobby aunque en su interior supiera que tarde o temprano, encontraría el modo de dedicarse a ello.
Tras estudiar la carrera y años trabajando en unos y otros puestos de trabajo, habiendo ejercido su profesión… decidió darse un respiro y viajar por Centro América donde sintió que conectaba con su verdadero yo, con su esencia y claramente vio que el diseño no era su mundo y sí la cosmética, algo en lo que empezó a ahondar leyendo, asistiendo a formaciones, talleres en todos y cada uno de los países por los que viajó y también a distancia, con formación online sobre todo de Estados Unidos. Finalmente, la vida la llevó a instalarse en Argentina, lugar que vio nacer a su Mamita Botanical Skincare.
Los primeros años vivió en pleno campo. “Fue maravilloso. Cada mañana, salía descalza fuera de nuestra casa y pisaba el pasto. Era una delícia… Había incluso épocas en las que teníamos caballos”, cuenta con entusiasmo. “Allí todo fue aún más revelador. Ver realmente lo que quería”, sigue. Pero en esa época, por cuestiones políticas, las fronteras en Argentina estaban cerradas y muchos de los ingredientes que ella necesitaba para sus productos, no se podían comprar con lo que, concentrándose casi toda la actividad en Buenos Aires, decidieron con su pareja mudarse allí donde estuvieron dos años. Alquiló un pequeño taller, se lanzó con la marca y tuvo una buenísima acogida. También comenzó a dar talleres, algo que considera esencial, pudiendo compartir con otros lo que cada uno sabe, permitiendo que la energía avance, se expanda, se entregue y reciba y acabe transformándose en otras cosas.
“Mamita” quiere honrar a las mujeres. Elisenda dice haber sentido desde siempre un especial interés por la mujer, sus tradiciones, lo que se transmiten unas a otras, el poder de cada una… A pesar de la gran desconexión que existe hoy en día y la mala relación en general entre mujeres, por envidias y otros malos sentimientos de rivalidad. Se han creado grandes distancias entre unas y otras y cree en la necesidad de conectar, volver a las raíces, valorar las tradiciones… Algo que en esta sociedad se ha desvalorizado, al igual que a la mujer y sus valores. “Se les debe dar ese valor perdido” explica Elisenda. “Se trata de darnos el valor que merecemos, porque somos madres (aunque no tengas hijos), somos generadoras de vida, de cambio… Merecemos un lugar por el hecho de ser mujer”. “También dar lugar a las personas mayores, que son personas súper sabias”, sigue.
Y “Botanical” por ser una marca de cosmética natural y de proximidad que trabaja con ingredientes naturales de pequeños productores locales como el aceite de oliva, el romero y la lavanda (de primera presión en frío), propios del Mediterráneo o el achiote de la región Amazónica; mezclas con plantas seleccionadas y recolectadas manualmente, sin colorantes ni cremas base artificiales, ni mucho menos testados en animales. Algo que de modo innato adquirió por la educación que recibió en casa, siempre valorando lo natural y con influencias también del Ayurveda, algo que la apasiona y sobre lo que quiere seguir estudiando.
Mamita Botanical Skincare propone una pequeña línea de productos naturales y orgánicos básica que prepara en su taller del Parque Nacional de Collserola en pequeños lotes para asegurar su frescura. Fórmulas que ha ido creando a partir de su búsqueda personal por solucionar su rosácea. “Había probado de todo, por supuesto productos naturales pero incluso esos pueden no ser los adecuados para tu piel y hacer que te salgan granitos, irritaciones, rojeces…”, cuenta Eli. Su propuesta básica cuenta con estos productos:
Como producto de limpieza, Mamita tiene dos limpiadores que se preparan con mezclas de harinas, arcilla, flores y plantitas que unidas y mezcladas, terminan dando con un polvito limpiador que se disuelve con agua para hacer una pastita que se aplica en la cara y luego quitas con agua. En polvos es como las plantas conservan más sus propiedades (vivas o en polvo). Un producto que también sirve de mascarilla pero exfolian de una manera muy suave, ya que las partículas son muy pequeñas, su verdadera función es la de limpiar y sacar toda la suciedad acumulada durante la noche/día.
Un exfoliante facial que hace un micro masaje facial que activa la circulación de esta y a parte de eliminar pieles muertas y la suciedad más profunda, ayuda a su regeneración y desinflama la piel. Al tener manteca de Karité deja la piel muy muy suave e hidratada.
Un tónico elixir para erupciones, rojeces, inflamaciones, granitos, brillitos… Equilibra el PH de la piel y es muy bueno también cuando te va a venir la regla.
Crema hidratante que también protege de forma natural del sol, muy suave y equilibrante. Es de día aunque se puede usar de noche, pero su propuesta para entonces es su sérum. Y finalmente un aceite para cuerpo y cabello.
Cuando miras a Eli, su rostro, la belleza natural que tiene y que desprende por cada poro de su piel… Hace que sin duda aún desees más utilizar sus productos para tener ese rostro resplandeciente… Pero quise preguntarle también qué otros rituales o cuidados de belleza seguía y esto es lo que me contaba:
“Sobre todo trato de cuidar a diario el pensamiento que es lo que nos enferma. Tratarme bien, cuidarme, estar presente, no dañarme. Es lo principal para los temas de belleza, está todo en la mente. Si te dices tantas cosas malas o feas, te contaminas, somos agua, está en tu cuerpo y se transforma en lo que eres… Es lo más importante”, empezó a contarme. “Por supuesto también cuido mi alimentación, comiendo bien. Hago yoga, intento ser feliz, ir al campo, que me toque el sol…”, sigue.
Será cuestión de hacerse con su kit de básicos para empezar y… ¡cuidarnos como todas nosotras sabemos!
Además, podemos aprender de ella en sus talleres. En Barcelona los imparte en Duduá y en Veritas. Justo este martes por la tarde disfruté de uno de ellos en Espacio Tierra Veritas donde Eli nos enseñó a preparar de un modo muy fácil y rápido, una mascarilla, un tónico y un aceite que preparamos al momento en pequeños grupos que hicimos en función del tipo de piel de cada una (seca, mixta y sensible o grasa). Tres pequeñas muestras que pudimos llevarnos a casa y que desde luego, utilizaré estos días! En paralelo, aparte de sus talleres en la ciudad, estará en el próximo retiro de Elka de Lala Kitchen, un retiro de yoga y alimentación saludable en Menorca durante el mes de junio donde Eli dará un taller de cosmética natural. ¡Posibilidades de dejarnos contagiar por todo lo que sabe Mamita Botanica Skincare… tenemos! ¡Espero que os haya gustando este Conociendo a Mamita Botanical! Seguiré con las entrevistas de personas a las que admiro. ¡Con muchas ganas de enseñaros las próximas! Un abrazo,
Anna
Fotografías: Anna Alfaro