Hay tantas personas ahí fuera dignas de tanta admiración… La verdad es que hay muchas, muchas personas que me fascinan por su creatividad, por los proyectos que han creado y en los que se han involucrado, por su sensibilidad, amor, pasión, genialidad… Y desde que empecé a trabajar para Plateselector, he descubierto que me encanta conocer a esas personas, adentrarme en sus mundos y que soy una gran apasionada de realizar entrevistas. Las disfruto, nunca lo había pensado hasta que un día me detuve y me dije: “wow, esto me encanta…”. De ahí estos nuevos posts tipo entrevista-reportaje de personas que admiro y aprecio. Algunas serán entrevistas directas (más del tipo pregunta-respuesta) pero predominará la entrevista indirecta, como esta que tenéis ya frente a vuestras pantallas.
Y empiezo con Lola de Nona Bruna, de quien os quiero hablar aquí y ahora en este “Conociendo a Nona Bruna“.
La había seguido en redes sociales (esto de las redes, nos convierte en auténticos groupies, es fascinante…) durante mucho tiempo antes de coincidir con ella y la había admirado desde el principio por su trabajo, por su proyecto, por su marca de cerámicas tan bonita que ha creado y que muchos conocéis, Nona Bruna.
La vi en persona por primera vez una mañana de domingo que acudí a su taller a “Jugar con barro”. Fue una de esas mañanas… Bonitas y mágicas. Yo estaba triste por motivos personales pero ese tiempo allí, esa dedicación, esa concentración en crear piezas únicas y especiales con la habilidad de cada uno, conversaciones con personas que como yo habían ido por primera vez a hacer cerámica, el delicioso té y bizcocho que Lola había preparado, su mirada y atención con y para cada uno de nosotros… hizo que se me fueron todos los males.
Al llegar a casa llamé a mi madre, como una niña pequeña, con lágrimas en los ojos y llena de emoción le relaté esas tres horas en el taller. Me escuchó y me dijo: “Eres como tu padre. Él también estuvo haciendo cerámica. Siempre quería aprender más y más y no paraba de apuntarse a cursos y talleres. Te pareces tanto a él…”. Aún me emocioné mucho más, claro…
Volví a coincidir con ella en una cena, más tarde comimos juntas, la entrevisté para un cliente y finalmente, pasé unos días involucrada en el proyecto de Elvira es la vida real, en el primer retiro que se hizo a principios de noviembre.
Puedo decir que durante este tiempo la he ido conociendo y… puedo confirmar que tiene esa luz y energía que ya intuía. Culo inquieto y amante de mil cosas. Se sobreestimula a sí misma, algo que compartimos. Su sensibilidad abraza múltiples disciplinas y artes como la cocina, la fotografía, la cerámica por supuesto, el diseño gráfico y web…
“Me gustaban tantas cosas… Tenía cientos de ideas en la cabeza pero me sentía frustrada porque nunca llegaba hasta el final con nada”, me contaba un día. “Recuerdo que al final decidí apuntar en muchos papelitos todas esas cosas que quería hacer y sacar una para centrarme en esa. Coser, cocinar, la fotografía, internet, los blogs, el diseño… ¡Muchas cosas! Puse los papeles en un cuenco y saqué uno para dedicarme a una de esas cosas, únicamente”. “No me gustó lo que salió”, sigue, “así que decidí organizarlos por orden de prioridad y por encima de todo se situó la cocina”.
Por aquel entonces justo viajó a Argentina y al regresar se trajo telas antiguas de su abuela que convirtió en delantales. Eso es lo que empezó haciendo, delantales, nada más y nada menos… Pero… la vida la llevó a las cerámicas, ese atrezzo que utilizaba para retratar sus delantales. Piezas imperfectas, deformes… Por las que pronto se empezaron a interesar. “¿Si son deformes?” decía Lola… Pero sí, triunfaron y empezó a hacer más. Comenzó con una colección pequeña y se fijó en lo que le gustaba a la gente. Pronto se dio cuenta que como a ella, esas piezas únicas, imperfectas pero especiales que utilizaba a diario… eran las que más se querían y valoraban.
Hoy Lola tiene web de venta online, hace talleres regularmente en su casa de Barcelona, han hablado de ella en publicaciones como Kireei, Designsponge, Kinfolk o en el blog de Beatriz Gaspar, Con Botas de Agua, y en ocasiones, sigue haciendo caterings saludables y cocinando dada su pasión por la gastronomía y por sentirlo como ese actor de amor y de compartir que te acerca a quienes quieres.
“Nona Bruna es todo lo que me gusta hacer. Yo hago vajillas porque me encanta comer y me encanta cocinar… no hago floreros. Hago vajillas. Cocino cosas que luego se fotografían en cuencos y cerámicas bonitas. Hay quien lo hace con comida falsa pero… eso es mentir, no es real… Quizá del modo que yo lo hago no queda perfecto pero… precisamente esa realidad es lo que lo hace interesante, especial y bonito. ¿Qué es perfecto? Todo esto es perfectamente imperfecto y se ha hecho con mimo, dedicación… Esta es mi filosofía, la de Nona Bruna, y por ello mis fotos quiero que transmitan esto que es en lo que yo creo”.
Así, así es el universo de Nona Bruna, ese espacio, ese mundo que Lola ha creado… y que tan bellamente ha sabido compartir con todos los que adoramos… la imperfección de las cosas más bellas. Cerramos el primer capítulo con este estreno de “Conociendo a Nona Bruna”.
Todas las fotografías son de Lola.