Hará tres años (¿o más?) que practico yoga y siempre lo hice, desde el principio, en Barcelona, aunque también acudí a algunas clases coincidiendo con algunos viajes, pero prácticamente diría que el “expertise” en conocer lugares y distintos estilos… lo tengo en mi ciudad. Antes de “comprometerme” con un estilo y escuela, probé varios centros. Os lo dije en más de una ocasión. Creo que es importante a la hora de encontrar tu espacio, tu manera, tus profesores y un lugar en el que te sientas bien, identificada en todos los sentidos. Yoga es algo muy íntimo, muy personal y de realización con uno mismo por lo que las sensaciones y la conexión, son básicas. Muchas veces, me preguntaron por lugares en la ciudad y es por ello que he querido escribir este post, para hablaros de donde practicar yoga en Barcelona.
Empiezo por el principio, obviamente, por el que es mi centro “oficial”, el lugar donde me inicié (acudiendo a un curso de principiantes hace algún tiempo) y dónde decidí tomar la formación para profesor de yoga (involucrándome algo más en la práctica y el conocimiento de la disciplina). ¿Por qué este lugar? Conexión. El espacio, las profesoras (todas, sinceramente) y el estilo de yoga. Cada día da las clases una maestra distinta pero cada una es especial y me gusta por algo. El estilo de todas ellas es vinyasa dinámico, sesiones con mucho flow, bastante intensas la mayor parte de las veces. Están en Aribau con Travessera de Gràcia. ¡Os lo recomiendo mucho! (Qué os voy a decir…)

Conocí a Lucy Beckwith, la fundadora de La Carpintería y lo que hoy es Yo / Mu en una clase de Mandiram Gràcia hace algo más de un año. Me encantó su clase, su estilo, su proximidad, su música y sus lecturas. Me tocó la fibra desde distintos ángulos y me entusiasmó su manera de enseñar y compartir el yoga haciendo uso de la música. En su centro hacen clases de yoga con música en directo. Llevo tiempo tratando de ir, espero organizarme pronto y acercarme porque creo que debe ser preciosa la energía que allí se genere y lo que se remueva interiormente…
He ido únicamente en una ocasión. Hice Hatha Yoga y me gustó. Una buena clase, fluida, la profesora tomando mucha atención de cada alumno… Una amiga se ha formado en esta escuela y además ahora da clases allí por lo que sin duda, es un buen lugar. Más centrados en Kundalini.
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Seguro que me creeréis si os digo que estoy deseando ir a The Garage pero ¡no he logrado cuadrar nunca! No me pilla nada cerca de casa por lo que ir… ¡se me hace complicado! Además quiero ir cuando de una clase Verónica y por horarios no logré cuadrarlo pero me han hablado del lugar (y vi infinidad de fotos, además de haber estado en el Hotel Brumell por lo que puedo imaginar como será The Garage…) y parece que las clases son buenas. Hay Ashtanga, Vinyasa, Yin… Varios estilos, además de niveles (también principiantes) por lo que puede ser una buena opción para introducirse en el yoga.
Sigo a Tara Stiles desde hace mucho tiempo, ya os hablé de ella por aquí y me encantaba la idea de probar su estilo y su práctica por lo que cuando abrieron el centro en Barcelona, no dudé en acercarme. He estado una vez en el centro (por la zona alta de Barcelona) y recientemente en una sesión de Yoga & Brunch en Veritas de calle Diputación. No es mi estilo, mucho me temo, o no al menos el de estas dos clases a las que asistí. Lo vi poco profundo, muy poco tiempo en cada postura, clases muy rápidas (en tiempo y a nivel de secuencia de asanas, sin poder profundizar en la práctica) aunque hay mucha gente entusiasmada con la práctica de strala.
También estuve en Bindu una vez, haciendo Rocket, una práctica muy intensa, además de acudir a la clase de un profesor bastante high level y con mucha intensidad. Me encantó la clase (me gusta bastante asistir a clases intensas y “cañeras”, sin duda, ¡aquella lo fue!) pero… me tomé la experiencia como algo puntual puesto que empezaba mi formación en Zentro y quería precisamente seguir la dinámica de clases casi diarias allí. He estado en Bikram Yoga de Pau Clarís y aunque es un estilo con muchos detractores a la par que fervientes amantes del estilo, a mi me gustó pero como un tipo de práctica a realizar de vez en cuando y combinar con otras prácticas. Estar en una sala de yoga a 40º hace que el cuerpo, entre en un estado de flexibilidad absoluto por lo que puedes llegar mucho más allá en las posturas, aunque posiblemente haya más riesgo de lesiones. Y no creo que sea el tipo de práctica a realizar cuando no se conocen bien las posturas ya que las secuencias son rápidas, hay poca (o no hay) guía, pero… es super detox, ¡eso si!
Y por último, hace pocos días en el nuevo centro que abrieron Nowhere Yoga. Lo que más les caracteriza, sino me equivoco, es el Synergi Yoga, que creo que viene a ser el estilo de Amelie de Yogaroom, la práctica más “bailada”. Me encanta el baile, siento que para mi el yoga es de algún modo, mi manera de expresarme en muchos sentidos y de vincularme con mi baile particular. Te transporta a otro lugar, aunque, sigo sintiéndome más identificada, al menos por ahora, con el vinyasa. Pero la mezcla yoga y baile, la tengo muy en mente y de hecho pendiente ya que ahora han introducido clases nuevas en Zentro de yoga Barre. En unos días trataré de ir a ver qué tal. ¡Ya os contaré!
Bueno, posiblemente me deje algún lugar donde practicar yoga en Barcelona, evidentemente no los probé ni los conozco todos pero… ¡espero que al menos, para empezar a buscar e indagar, os sirva!