Hacía un año que tenía pendiente esta escapada. El lugar me enamoró desde la primera foto que vi y desde que Benito, hijo de Emma la propietaria de Can Casi, me contó sobre el proyecto. Juntos se encargaron de preparar y convertir esta preciosa casa familiar en lo que es hoy, un hotel rural al que escaparse a desconectar, descansar, perderse, reencontrarse…
Ubicada a pocos kilómetros de Regencós, la Casa se encuentra en un entorno privilegiado, a poca distancia de lugares tan especiales como Begur y sus calas o alejándose un poco más, rincones como Cadaqués, el Port de la Selva… La escapada la aprovechamos para visitar estos lugares, alejándonos al máximo hacia el Norte, casi llegando a Francia y disfrutando de las maravillas que nos brindan esos paisajes. “Carretera y manta”, coche hasta el destino, paseos sin prisas, mar, vistas preciosas, comida deliciosa, música de fondo… Y alojarse aquí.
Can Casi tiene varias habitaciones y este verano, tendrán cuatro nuevos espacios. Cuatro nuevas habitaciones tipo duplex con terraza privada y acceso al jardín de la casa. En total serán nueve habitaciones disponibles. Estas cuatro nuevas con la mismas características, el pajar ideal para familias, tres habitaciones dobles y la habitación Love, donde estuvimos nosotros y que veis en las fotos. Inmensa, dos plantas. En la primera, la zona de dormir. Arriba, un inmenso baño con bañera en medio, una ducha por si se prefiere esta opción y acceso a una terraza privada. Un lugar para quedarse… Una semana, por lo menos.
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Fotos: Anna Alfaro
(Perdonar el desorden en algunas de las fotos pero… hay veces que dejo mi vena “maníaca” de fotografiar todo perfecto antes de desmontarlo, sea un plato de comida, un espacio o lo que sea… y cuando quiero darme cuenta y ponerme a hacer fotos… ya se ha desmontado la situación. Así que bueno, aquí natural, como la vida misma…)