Este tipo de recetas, siendo a base de alimentos crudos, suele apetecer más en la época de verano, con el calorcito, aunque ahora, con las estaciones tan dilatadas que vivimos y este invierno tan poco frío que estamos disfrutando por el momento…, pueden sentarle de maravilla a nuestro cuerpo durante muchos más meses del año.
La mayoría de las recetas crudiveganas son recetas fáciles y rápidas, sin necesidad de fuego ni horno. ¡No hay excusas que valgan entonces para no intentarlas!
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Ingredientes para el tabouleh:
1 calabacín
1/4 pimiento rojo
1 cucaharada de zumo de limón
1 taza de tomates cherry
Menta y perejil
Un trozo de hinojo
Salsa:
2 tomates
1/2 pimiento
2 tomates secos sin sal
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Se trata de preparar todos los ingredientes cortándolos en pequeños dados (minúsculos). Sobre todo es importante el corte de los calabacines. Empezamos haciendo tiras finas con el pelador de juliana o mandolina y a continuación hacemos pedacitos diminutos simulando la sémola del cuscús.
El resto de ingredientes se pueden cortar a cuadraditos, también pequeños para que la mezcla quede más homogénea. También se pica finita y pequeña la menta y el perejil y se añade al resto de ingredientes.
Las verduras escogidas son una propuesta pero si preferís optar por otras, escoger las que más se adapten a vuestras preferencias aunque estos son ideales para tomar en crudo (he de reconocer que nunca me había planteado tiempo atrás comer calabacín crudo y está riquísimo, lo he incorporado a muchos de mis platos!).
Para la salsa únicamente hay que meter todos los ingredientes en la batidora, triturar y añadir a la mezcla ya preparada.
Esta receta la aprendí de Elka a través de su blog Lala Kitchen. Tanto las recetas aprendidas en algunos cursos que impartió en Biocenter de Barcelona como algunas que consulté online en su blog, me han introducido un poquito al tipo de alimentación crudivegana. Con esto no quiero decir que siga este tipo de alimentación. Únicamente he incorporado algunos platos a mi día a día por lo fáciles que me resultan de preparar y por lo ricos que están.
¿Qué os parece? ¿Alguien se anima?
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Fotos: Anna Alfaro