Soy una persona muy emocional. A veces tanto, que me canso hasta a mi misma. Pero es un contrasentido porqué ese exceso, que a veces abruma hasta al más paciente y como decía, hasta a uno mismo, es algo mío que me gusta (sí, lo sé, ya lo dije, un contrasentido…). Me gusta porque me da el poder de sentir muchas cosas; lo bueno y lo malo, claro está, pero muchas cosas buenas sólo se pueden sentir de este modo y me alegra vivirlas del modo en que las vivo y siento.
Esa emocionalidad la vivo por supuesto también con las personas; me mueven las sensaciones, el feeling… Me ha pasado con mis amigos, me pasó con mis grandes amores. Quizá bastan pocos segundos para sentirlo, para apreciarlo y darte cuenta de ello. Esos segundos, dicen mucho, determinan lo que podría o no pasar. A mi me determinan, aunque muchos digan que las cosas se construyen poco a poco. Quizá, pero el inicio, mis inicios… son abrumadores, son como corrientes… Son electricidad. A veces eso queda únicamente en tu interior. Te lo guardas, lo refugias, lo haces tuyo y no lo exteriorizas porqué así lo sientes más fuerte y aunque no te permitas vivirlo guardándolo, a tu manera, es una realidad bonita que puedes vivir por un tiempo. Una ilusión, un embrión… No son necesarias palabras, no son necesarios gestos, no son necesarias actitudes, gustos, preferencias. Son esas conexiones inexplicables que resultan de las miradas (se crucen o no) y tener cerca a esa persona. Son esos primeros instantes determinantes. Lo que entonces sucede y se siente.
Para mi, aunque incluso con mis amigos a muchos no les hablara de la sensación que tuve al conocerlos o verlos por primera vez, esas sensaciones iniciales siempre estuvieron con las grandes personas que han marcado y siguen marcando mi vida. Las personas se cruzan en tu vida. Se presentan, a veces para quedarse, otras no coinciden contigo (por los motivos que sean) y os alejáis pero ya te han tocado, rozado y tambaleado. Y es bueno sentirlo. Porqué eso te hace sentirte vivo, viva, y saber cómo sientes, cómo vives las cosas y reafirmarte en cómo eres.
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Imagen: Esta postal de Nona Bruna me ha parecido perfecta para ilustrar este post de sensaciones y conexiones
Banda sonora: Saint Claude de Christine and the Queens