Aunque mi desayuno habitual me encante hay días que por las prisas, por tener que desayunar en el trabajo o por cualquier otro motivo, me preparo un pudding de chía. Buenísimo también y muy energético.
¿Qué necesitáis?
– Leche vegetal (yo suelo utilizar leche de avena)
– Semillas de chia (3 cucharadas soperas)
– Canela en polvo
Toppings:
– Cereales, avena y/o fruta
Lo preparo la noche anterior vertiendo tres cucharadas soperas de semillas de chía en un recipiente que se pueda cerrar herméticamente (idealmente de cristal) con medio vaso de leche de avena (o arroz), canela espolvoreada y todo bien revuelto. Una vez bien mezclado, lo metemos en la nevera hasta la mañana siguiente. Para entonces la mezcla se ha convertido en una pasta más o menos compacta a la que podemos añadir trocitos de fruta cortados pequeñitos y/o cereales, copos de avena, muesly… La mezcla final, depende de las preferencias de cada uno, eso os lo dejo a vosotros. Yo suelo mezclar una fruta (delicioso con higos) con cereales y avena, remover bien y listo para tomar, fresco y delicioso!
Hay quien quizá prefiera preparar la mezcla base con zumo en lugar de leche. Es también una opción. Ya sabéis, ¡en la variedad está el gusto! Escogiendo buenos ingredientes, ¡el resultado final seguro que estará buenísimo! Y es tan sencillo… que en dos segundos lo tienes. ¿Os animáis?
Foto: Anna Alfaro