Ese bien tan preciado que no siempre damos.
Creo que últimamente los he valorado más que nunca. Quizá porque hablé mucho de ellos con varias personas y eso los hizo más reales, más deseados.
Dicen que un abrazo (de mínimo 15 segundos) es la manera de sincronizar corazones. ¿No es precioso? Esos instantes, te das, te entregas al otro y lo recibes del mismo modo, entregado, sincero, sin barreras, sin protecciones, sin filtros.
Según Forbes, “abrazar” es uno de esos hábitos que mejoran tu vida. “Abrazar reduce el estrés y te ayuda a ser persuasivo. Además, te hace más feliz”.
Si hay alguien indeciso en la sala, que se suba al carro y empiece a abrazar. Son emocionantes, ponen la piel de gallina… ¿A qué esperáis?