Escaparse a Londres varios días, además de permitirte pasear sin prisas por la ciudad, te da la opción de hacer alguna escapada a otros lugares del país. Hacía tiempo que tenía ganas de descubrir algo más de Inglaterra. Es curioso como después de vivir en Londres y viajar antes y después una media de unas 5-6 veces, conozco tan poco del país… Es por ello, que… qué menos que un día, dedicárselo a otro lugar. Escogimos Brighton. Quiénes me conocen bien, ¡sabrán porqué!
Se trata de una ciudad situada a una hora de Londres en tren. Hay trenes muy frecuentes que salen a diario desde Victoria Station y también de Brighton para el regreso (sin necesidad de comprar por anticipado). Algo caro el trayecto, eso sí, pero es Inglaterra y si un ticket simple de metro cuesta 5 libras… normal que ida y vuelta a Brighton cueste 25.
Brighton es pequeño por lo que una visita de un día es suficiente. Hay que caminar para verlo todo, sobre todo si haces andando la distancia desde el Brighton Pier (uno de los muelles más antiguo y largo del mundo) y el seafront hasta las casitas de colores, pero merece la pena. El paseo al lado de la playa (y más si coincide con la puesta de sol), ¡lo vale! En este paseo, se puede ver el esqueleto del antiguo muelle de Brighton, el West Pier, incendiado por causas desconocidas en 2003.
Otro de los imprescindibles son las Lanes que viene a ser la zona de tiendecitas (no comerciales porqué para esto ya hay un centro comercial y las tiendas típicas a su alrededor) que te vas encontrando por las callejuelas. También The Royal Pavillion, una antigua residencia real con interior de estilo asiático rodeado de jardines preciosos e inmensos de estética india.
No es necesario planificar mucho para visitarlo, por lo que puede convertirse también en un plan improvisado e ideal cuando no apetece demasiada organización. Os dejo con algunas fotografías del día, a ver si os animáis. ¡Espero que os guste!
Fotos: Anna Alfaro
Diciembre 2014