Con semejante título… a uno se le vienen muchas cosas a la cabeza y muchas no demasiado alentadoras, sinceramente, pero a pesar de su título… Es una película que se quiere ver.
El cartel, habla por si sólo, igual que el título, como decía, que por “negativo” que pueda ser a priori… atrae y atrapa. Igual que la mirada de Elena Anaya: atrae y atrapa.
Me encanta la estética de la película, la historia inesperada (al menos para mi), la actuación de Anaya y del co-protagonista, y esa madre supersticiosa que cuida con convicción de su familia.
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Todos están muertos, 2014, Beatriz Sanchís
Reparto: Elena Anaya, Macarena García, Angélica Aragón, Nahuel Pérez Biscayart, Patrick Criado, Christian Bernal
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Lupe (Elena Anaya) vive encerrada en casa, presa de una brutal agorafobia que sufre tras un fatídico incidente familiar. Viéndola en bata y zapatillas, dependiendo para todo de su madre y con un hijo adolescente que la detesta, nadie diría que en los 80 fue una estrella de rock. Su madre, cansada de ver a su hija convertida en una persona egoísta y conflictiva, la Noche de los Muertos decide hablar con su hijo Diego. Diego vuelve a la casa familiar con el aspecto de siempre: un chaval de veintipocos de mirada ausente, pero está muerto, es un fantasma.