“Fuimos a tomar café y descubrimos un mundo ahí dentro”. Más o menos esta sería mi descripción, mi mantra tras visitar el lugar. Satan’s Coffee Corner era uno de mis lugares pendientes. Uno de esos que apunto en mis miles de listas y en las que voy tachando y añadiendo nuevos lugares. Buscaba café. Café del bueno para llevar y disfrutar mientras disfrutaba del poco sol que parecía que nos iba a acompañar el fin de semana. El café fue lo último que tomé durante la visita. Un mundo se abría ante mis ojos al llegar al lugar. Grey Street, una tienda que desconocía y de la que no sabía nada absolutamente, se encontraba junto al Coffee Corner, con todos esos preciosos objetos que me encantan/nos encantan (a la mayoría). Material de papelería de estudios de diseño como Ask Alice, animalitos de plástico en las estanterías, cerámicas de firmas como Ferm Living o Vicente Rivera, cojines, joyas, ropa vintage, arte en forma de láminas para decorar y vestir las paredes de rincones con encanto… Un paraíso de bonitismo en toda regla.
Y por supuesto el café. Una dosis de buen café de la mano de Marcos, el joven que regenta la pequeña y encantadora cafetería. Un joven que muchos habremos visto en otros lugares como Federal Café o Caravelle.
Satan’s Coffee Corner
Grey Street
Peu de la Creu, 25
Fotos: Anna Alfaro