La gente es una mentirosa y una impresentable. Sí, es así os lo digo, pero bueno, qué os voy a contar!A diario nos encontramos con personas que se merecen que se les responda de la misma manera que ellos tan tranquilamente emplean con los otros.
Llamas a una empresa preguntando por alguien:
Yo: Hola, buenos días, está X, por favor?
La recepcionista de turno*: Si, de parte de quién?
Y: Soy tal…
R: Mira, en estos momentos no está. Llama el lunes si un caso. Blablabla…
Perdona, hace un instante estaba y ahora que sabes quién soy, se ha evaporado? Creo que no soy alguien de quién haya que huir…
Otro caso:
Estás esperando feedback de un posible cliente. Le llamas repetidamente y no responde.
Una compañera: prueba poniendo número oculto.
Y: ¿En serio?
Sí, en serio. Lo pruebo y me atiende… Esto es no tener vergüenza. Lástima que no pueda decirle que “acabo de pillarle”. ¡Qué asco de gente…!
Seguimos…
R: Está reunida pero le dejaré una nota
Y: vale, ayer le dejé 6 notas…
R: es que estamos muy liados blablabla…
A ver, yo me digo a mi misma: si no te interesa lo que te estoy “vendiendo”, “ofreciendo”… Porqué no me lo dices? No entiendo porqué las personas no son más directas. Es ser correcto, formal. Un poco de respeto, de verdad…
*Parece que lo diga menospreciando a las recepcionistas, pero no, nunca, he sido recepcionistas más veces de las que me hubiera gustado (no es que no quisiera por algo en concreto, más que nada que no es mi vocación profesional…) y creo que nadie a tenido quejas de mí pero hay cada una… se supone que son la “cabeza visible” de la empresa, la primera toma de contacto con ellos, así que… esto es un consejo a todas las empresas: CUIDAR QUIÉN ATIENDE LAS LLAMADAS. Dice mucho de vuestro negocio… Un poquito de corrección, por favor…