Que suene el timbre de casa a las 7,30 de la mañana (cuando tienes la “suerte” de levantarte a las 8,30), ni te va ni te viene porquè… si tienes la costumbre de no atender a quiénes llaman (son las 7.30 de la mañana, ¡no espero a nadie!) a la puerta o el teléfono (otra de mis manías. Quién quiera algo que me llame al móvil, además para 4 personas que tienen el de casa… seguro que son los de Telefónica tratando de venderme algo), ese timbre de buena mañana, te despierta unos instantes, pero te das la vuelta y sigues durmiendo.
Entonces, tu compañero de piso, algo más racional (nunca se sabe quién puede ser), atiende, y resulta que son 2 paquetes a tu atención. “La Señorita AA?”, “Sisi, es aquí”, dice él. Y entonces me llama. “Ya le puedes decir al listo que te ha enviado esto que la próxima vez lo haga a unas horas más decentes. Ya le vale…”. Y entonces los ves. Dos paquetes en la cocina. Uno enorme (podría haber un jamón ahí dentro…) y una caja, monísima con un lazo naranja. Ah, perdonar, y el periódico (quieren mantenerme bien informada…). Abro primero uno, después el otro, y mi cara… SORPRENDIDA (o más).
Entonces, tu compañero de piso, algo más racional (nunca se sabe quién puede ser), atiende, y resulta que son 2 paquetes a tu atención. “La Señorita AA?”, “Sisi, es aquí”, dice él. Y entonces me llama. “Ya le puedes decir al listo que te ha enviado esto que la próxima vez lo haga a unas horas más decentes. Ya le vale…”. Y entonces los ves. Dos paquetes en la cocina. Uno enorme (podría haber un jamón ahí dentro…) y una caja, monísima con un lazo naranja. Ah, perdonar, y el periódico (quieren mantenerme bien informada…). Abro primero uno, después el otro, y mi cara… SORPRENDIDA (o más).
La caja está repleta de comidita de la buena: frutas, zumitos, un par de aguas envasadas en unas botellas monísimas, un muffin, potecitos con mermelada, jamoncito del bueno (envasado, no la pata como de entrada pensé), té (del Amor, ojo cuidado), panecillos, mantequillas… Y la gran bolsa con paquetes plagaditos de croissants saladitos y dulcecitos. Ñammmm ñammm 🙂
PD: Ya sabéis, si queréis sorprender… Matías Buenos días