Una película brillante aunque altamente angustiosa. Cargada de tensiones psicológicas que vuelven loca a la protagonista, y que se transmiten de una manera impresionante al espectador, quién por momentos no logra discernir entre realidad y ficción, locura y realidad, acción o pensamiento. Se vuelven locos los personajes y nos volvemos locos con ellos. Eso se llama empatía, y a eso se le llama una excelente actuación.
En la película vemos reflejadas realidades del mundo artístico como son las apariencias y la lucha por la fama en la que la competencia lleva a destrucción de quiénes rodean a uno. Una búsqueda del éxito que lleva a locuras y atrocidades con uno misma. En la que se suceden trastornos de la personalidad (¿reales o ficticios?) y se causan mutilaciones en el propio cuerpo.
Una dualidad en una misma persona. Esa niña que en cuerpo de mujer vive con su madre rodeada de peluches y de severidad y disciplina, con una cara oculta y que asoma sus garras repentinamente y se ensaña con si misma.
Una madre que castiga y mima, y una niña frígida, que se reprime y que se niega al sexo natural en el desarrollo de toda persona, aunque interiormente todo ese sexo reprimido tiene sus despertares en momentos (o pensamientos) lésbicos y momentos íntimos y en solitario.
También episodios con drogas para encontrarse a si misma, o a su smbra, a su otro yo.
Una verdadera película de terror psicológico que sin duda ha de verse pero estando preparado para vivir todas estas tensiones y angustias.