Si es que no pido tanto, no soy tan exigente… No necesito diamantes, solo… una terracita soleada y elevada, desde donde divisar buenas vistas, con plantas bien cuidadas, velitas, el aire fresco de la mañana y el sol sobre mi rostro y mi piel poco abrigada… y sentados en las sillas de madera y sillas que forman parte del mobiliario de exterior, comernos un muesli con yogur y azúcar moreno, acompañado del rico aroma del café matutino… el sol brillando… mmm.. lo huelo todo… qué rico…
