A menudo sueño con la idea de tener días con más de 24hs.
Es que no llego a todo lo que quisiera con tan sólo 24 horas… jornada laboral de 8hs (o más últimamente), tiempo en la cama de unas 7 hs (la verdad es que no suelo llegar a la media, ando algo suspendida en esa materia del dormir…), luego queremos ir al gimnasio, comprar cosas, quedar con gente y socializarnos (y nunca podemos verlos a todos…) dios… y ya cuando te planteas hacer recados… se juntan todos y parece que haga siglos que no hacías nada de todo ello… y la lista es vasta, extensa a más no poder….
Hoy por ejemplo dedico mi día a esos recados. Voy al banco (a dos nada menos porqué con tal cantidad de dinero que una tiene, hay que repartirlo bien no sea que nos llevemos un susto…), te pasas por la ferretería a por una bombilla (anoche la de la mesita de noche “petó” estrepitosamente y de forma repentina. Hay cosas inexplicables…), haces una copia de las llaves de casa (nunca sabes cuando puedes necesitarlas), llevas al servicio técnico el objetivo de la cámara que hace siglos que da problemas; vas a tu antigua escuela de foto a por tus últimas fotografías presentadas, vas a la ett a cerrar temas pendientes, te dejas caer por alguna tienda de ropa (error, error…), comes y te echas media horita en la cama (necesitas descansar…), te tomas un café con un antiguo compañero de trabajo, después te encuentras con una de tus mejores amigas, luego con otro amigo… y ya son las 22 de la noche y se te ha escapado el día “libre”… Si es que de veras, necesitamos urgentemente un aumento de horas diarias. ¡¿Con quién tenemos que hablar??!