No se trata de su diminuto tamaño, porqué tenerlo no lo tiene. Medida en su justa medida (me repito, pero me gusta la frase), como la gran mayoría de las motos de su cilindrada. No es un monstruo, no es un ferrari de las motos… pero sorprende. Sorprende de entrada que Mini lance al mercado una moto, y sorprende de segundas que traten de “reproducir” aspectos del coche en una moto. ¿Lo consigue? Valoren ustedes mismos… Aunque bueno, a veces el “freakismo” excede sus límites… pero sobre gustos, ya sabemos. Nada escrito, por mucho que hablemos y hablemos… Yo me quedo con el Mini de verdad y la Vespa de toda la vida (o la renovada, que me enamora igual) y me dejo de mini-motos y uso de Iphone’s como llave, navegador y centro multimedia…
Aquí os la presento, para que todos podamos ser amigos o enemigos, querernos más o menos, gustarnos o odiarnos… pero almenos, que menos que conocerse… Se llama Mini Scooter E. Un modelo de moto eléctrica, compacta y ciertamente curiosa por su estética. He ahí mis últimas palabras al respecto.
Bueno, un apunte final, disculpar… Ya que andamos en la era de las redes sociales (quién no es social, hoy día, no tiene mucha vida…), Mini se apunta un tanto con su posicionamiento GPS y un programa que identifica a usuarios que se cruzan en el camino de otra Mini Scooter E, y cuidado, que lanza ráfagas de luz instantáneas. Van a saltar las chispas!
