– la espuma del café con leche
– meterse en la cama debajo del nórdico
– un día de lluvia acurrucada en el sofá con manta y viendo una película
– ver como duerme la persona a la que amas
– un abrazo
– que te tomen de la mano
– oír la lluvia caer sobre el tejado de madera
– aire fresco entrando por los balcones abiertos de casa
– el contacto de los pies en la arena fría
– despertar con el sol estallante entrando por las ventanas del dormitorio
– la luz penetrando en la calle Enrique Granados, una mañana, sobre las 10hs
– la piel de gallina (siempre se pone por algo agradable, no sólo por frío…)
– la ropa tendida y ver como se mueve con el viento
– y un largo etcétera
porqué la vida está llena de pequeñas pero “muy grandes cosas”