Qué diablos se puede meter en un bolso miniatura? ¿Como redemonios las mujeres hacemos para ir con esos diminutos accesorios? Porqué es que no cabe nada… Pero así hacemos, aunque luego, también las hacemos ilógicas (las cosas digo). Unos días con mini bolsos, sin nada dentro y hechando en falta de todo; y otros con esos canastos o maxibolsos que más que bolsos parecen maletones… “¿Qué diablos llevas ahí dentro? ¿La casa entera?”. Pues no, lo imprescindible para mi día… El neceser con la crema de manos, pañuelos de papel, cacao-pintalabios, una lima pequeña, chicles, lentilla de repuesto y el pote de estas; las gafas de sol, el teléfono, el monedero (con tarjetas, dinero, dni, carnet de conducir…), una libreta pequeña y un bolígrafo (ya sabéis que pienso mucho y que escribo), una botellita de agua (para una vida saludable, mínimo 1.5l de agua al día jiji)… en fin, básicos… Pero luego vas y te enamoras de un bolso (sisi, esos flechazos que no puedes olvidar…), un chihuahua en términos animales… que por mucho que te esfuerces… no cabe ni un mínimo… y ahí estás, con el bolso en casa, mirándolo y tratando de ver como te las arreglas para al menos, meter los BASICOS IMPRESCINDIBLES…
El culpable de todo esto ha sido mi reciente adquisición (venida de Londres aunque teniendo que admitir que puede conseguirse aquí, en Málaga y donde uno se lo proponga, no digo más). Aquí os lo muestro, el adorable 🙂