Quizá la lista podría extenderse horas y horas, páginas y páginas… pero aquí resumo las que me convencen, sin demasiado esfuerzo:
– Adoro su moda, en especial la vintage. La hay por todas partes, más antigua, más nueva… pero auténtica, como en muy pocos lugares… Y no sólo el vintage, la moda explosiona en todos los estilos, la oferta es… imposible de llegar a toda! (Lástima de precios…)
– Sus mercadillos. ¡Qué encanto tienen todos ellos…! Notting Hill un sábado por la mañana, con el solecito que también se filtra entre las calles de Londres, Spittafields y Brick Lane en domingo… con gente sentada en las terracitas de los bares…
– Sus calles, sus casas, sus edificios… Un encanto especial. Y los parques de repente, plagados de verde… donde sentarse tranquilamente a comer algo o tomar un café…
– Su café-latte: esa espuma no la hacen en todos lados… También me encanta su tradición de ir siempre a todos lados con el bote de café. Esa idea de coffee to take away.. me va! Y puedes entrar en tiendas que no te miran como si fueras a esparcir todo el líquido del bote por encima de las prendas de la tienda. “Señores, sabemos ser cuidadosos…!”
– Muebles e interiorismo de muchos establecimientos. La ciudad está llena de monísimos bares, cafeterías, restaurantes, clubs… decorados con un encanto… esos sillones enormes y viejos de piel, esas lamparas esquineras gigantescas en colores chillones, el suelo de madera… mmm… lo estoy viendo aún 😉
– Los autobuses. Es adorable recorrer la ciudad en ellos. No hay que agobiarse, hay que ir calmado, sin prisas… y disfrutar del viaje, el color del cielo, las ramas de los árboles que se frotan con el vehículo al pasar…
– Los estilismos de la gente. Da igual lo que los otros dirán, porqué en realidad nadie dirá nada. O si alguien dice algo es pura admiración. En Londres no hay vergüenza. Se visten al antojo de cada uno y muy bien hecho que hacen. Tanta tontería en otros lugares…
– Lo cosmopolita que es la ciudad. Seguro que nadie echará de menos a su “nacionalidd” porqué siempre hay alguien de tu país. Es maravilloso poder conocer y compartir culturas con la facilidad que esta ciudad te brinda…
Ufff paremos. Me están entrando demasiadas ganas de marcharme…
por ejemplo…