Y claro que lo hacen, y mucho. Una casa dice tanto de uno mismo… En ella reflejamos toda nuestra personalidad, nuestra marca y nuestro sello en todas nuestras paredes. En casa construimos nuestro propio mundo y con él nos mostramos ante aquellos a quiénes invitamos a nuestro hogar. Una casa te puede enamorar y por tanto también quiénes en ella viven (hablo de todo tipo de amor). Una casa puede revelar tantos secretos…