Cuando voy a un bar/cafetería a pedir un capuccino (o en su defecto un café con leche aunque soy más de los primeros ya que lo mío es la leche con espuma, abundante, por favor) dudo siempre en si especificar “no cacao”. Basta que no lo digas para que te pongan ese topping encima de la maravillosa espuma, y si lo dices, quedas totalmente de inculta cuando quién te atiende te dice “el capuccino no lleva cacao”. oooohhh discúlpeme pero no sería la primera vez que me lo bañan en chocolate! A veces quizá solo tratan de ser más amables decorándotelo con corazones de cacao, espolvoreándolo… pero no! ¡No me gusta el chocolate y no quiero perder mi espuma por su gesto “amable”! No me hace ni pizca de gracia.
Joder, qué complicado es todo, hasta pedir un café… 😉