Hace años conociste a una persona. Cuestiones laborales. Después no la ves más y con los años, volvéis a coincidir. También tema laboral. Te selecciona, te recomienda, te ayuda, te asiste. Se termina el contrato con la empresa y ella, entregada, reinicia una nueva búsqueda para ti. Éxito, parece. Ha encontrado un buen proyecto, ahora sí, puede ser el tuyo. Pero ella se marcha, deja su empresa y se despide. Y entonces te das cuenta de como contactos en apariencia fugaces, a ti te calan y te llegan bien adentro porqué tras la noticia, te quedas extraña, algo inquieta. Y se te pone la piel de gallina. Demasiado sensible, lo sé, pero… ¿hacía falta sentir tanto? Bueno, así soy y es que ella se lo ha ganado, “cuidándome” como lo ha hecho en todo este tiempo.
¡Mucha suerte H!