La semana pasada, tras mi vuelta de Mallorca, acordamos con Rebecca una sesión de fotos en la terraza del bloque de pisos en el que vive. Ella seleccionó los estilismos y prácticamente ella se lo guisó y se lo comió sola. No necesita demasiadas orientaciones (por no decir ninguna). Le encanta posar, se siente cómoda frente a la cámara, en su salsa vaya.
Aquí está el resultado: