Nos movemos en mundos donde las personas que habitan por él, no son siempre lo que dicen ser. Eso no es nuevo. Las hubo y las habrá siempre. Hay quién se siente cómodo en esas relaciones, incluso las buscan y fomentan. Viven en ello y disfrutan. Yo me estoy ahogando con estos haceres… Lo he encontrado de frente al irme adentrando en el mundo de la moda y cada vez siento que todo esto me supera más… Adoro la moda pero no lo que ella conlleva. Hace tiempo una diseñadora ya reconocida me dijo que se mantenía al margen del “mundo de la moda”. Creaba sus diseños en su taller, los publicitaba a su modo más alternativo, vendía en su tienda… pero no se codeaba con la “gente de la moda” por las pasarelas, ferias y demás. No lo entendía. Teniendo acceso a todo ello y siendo alguien de la moda… ¿cómo apartarse de esa parte tan “interesante”? “Acabas cansándote. Al principio te gusta y te sientes atrapada por todo eso, pero terminas agotada”. Lo entiendo. Me siento identificada totalmente por sus palabras. Me abruma el ruido, el “rebombori” y el bombo que rodea a todo este mundo. Esas superficialidades aflorando en todo momento… Esos momentos de apariencias y no de creación.